A pesar de todas las controversias existentes en este campo, la utilización de células madre en el futuro ha despertado enormes expectativas. Se piensa que las células madre pueden usarse como vehículo terapéutico de genes, en el caso de enfermedades monogénicas o incluso como vehículo de terapias antitumorales.
Una de las principales posibles aplicaciones es la que se les ha dado aprovechando su potencial de diferenciación en el uso de la regeneración de tejidos destruidos o dañados, como terapia de reemplazo celular o medicina regenerativa. En esta área se están desarrollando trabajos de investigación donde se busca reemplazar células dañadas por células funcionales que restituyan la función normal de los tejidos u órganos en enfermedades debilitantes, como Diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares, Parkinson y enfermedades de células sanguíneas. (Miranda et al.,2013)
Actualmente la principal aplicación de las Células Madre es con la Médula Osea, la cual es un recurso celular propio, accesible y abundante para la terapia celular de Célula Madre autólogas. Sin embargo, se encuentran en poca cantidad en el tejido humano. La frecuencia de las Células Madre Adultas es de aproximadamente 1/106 células nucleadas en la Médula Osea y de 1/104 en el cordón umbilical, y el número va disminuyendo significativamente con la edad. Aunque éstas pueden ser expandidas bajo ciertos criterios de cultivo, su número sigue siendo limitado, ya que en cultivo las Células Madre de Médula Osea soportan de 6 a 10 pases y las de cordón umbilical pueden soportar hasta 40 pases. No obstante, esta limitante no ha impedido su uso, y desde hace más de 50 años se han empleado Células Madre de Médula Osea para restaurar células hematopoyéticas, obteniéndose resultados favorables. (Miranda et al.,2013)
Por otro lado, también se están haciendo avances en el estudio de la regeneración del tejido cardíaco dañado, ya que por el momento el único tratamiento eficaz seria el trasplante cardíaco, el cual plante problemas debido a las altas probabilidades de rechazo y la escasez de donantes. Esto le da paso a nuevas alternativas de implantación de poblaciones celulares que se diferenciaran a Cardiomiocitos, vasos sanguíneos y tejido conectivo, sin embargo, al igual que en la terapia celular en la Diabetes mellitus, las células madre embrionarias fueron descartadas por la alta formación de teratomas, asi como las adultas debido a que presentan limitaciones tanto en la multiplicación celular como en su capacidad de diferenciación. (Bayat.,2015)
A pesar de lo prometedor que suena, es fundamental recordar que para conseguir que las células madre se transformen en una realidad terapéutica es imprescindible continuar haciendo investigación rigurosa y estricta que nos permita entender bien la funcionalidad de estas células a futuro.
Una de las principales posibles aplicaciones es la que se les ha dado aprovechando su potencial de diferenciación en el uso de la regeneración de tejidos destruidos o dañados, como terapia de reemplazo celular o medicina regenerativa. En esta área se están desarrollando trabajos de investigación donde se busca reemplazar células dañadas por células funcionales que restituyan la función normal de los tejidos u órganos en enfermedades debilitantes, como Diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares, Parkinson y enfermedades de células sanguíneas. (Miranda et al.,2013)
Actualmente la principal aplicación de las Células Madre es con la Médula Osea, la cual es un recurso celular propio, accesible y abundante para la terapia celular de Célula Madre autólogas. Sin embargo, se encuentran en poca cantidad en el tejido humano. La frecuencia de las Células Madre Adultas es de aproximadamente 1/106 células nucleadas en la Médula Osea y de 1/104 en el cordón umbilical, y el número va disminuyendo significativamente con la edad. Aunque éstas pueden ser expandidas bajo ciertos criterios de cultivo, su número sigue siendo limitado, ya que en cultivo las Células Madre de Médula Osea soportan de 6 a 10 pases y las de cordón umbilical pueden soportar hasta 40 pases. No obstante, esta limitante no ha impedido su uso, y desde hace más de 50 años se han empleado Células Madre de Médula Osea para restaurar células hematopoyéticas, obteniéndose resultados favorables. (Miranda et al.,2013)
Por otro lado, también se están haciendo avances en el estudio de la regeneración del tejido cardíaco dañado, ya que por el momento el único tratamiento eficaz seria el trasplante cardíaco, el cual plante problemas debido a las altas probabilidades de rechazo y la escasez de donantes. Esto le da paso a nuevas alternativas de implantación de poblaciones celulares que se diferenciaran a Cardiomiocitos, vasos sanguíneos y tejido conectivo, sin embargo, al igual que en la terapia celular en la Diabetes mellitus, las células madre embrionarias fueron descartadas por la alta formación de teratomas, asi como las adultas debido a que presentan limitaciones tanto en la multiplicación celular como en su capacidad de diferenciación. (Bayat.,2015)
A pesar de lo prometedor que suena, es fundamental recordar que para conseguir que las células madre se transformen en una realidad terapéutica es imprescindible continuar haciendo investigación rigurosa y estricta que nos permita entender bien la funcionalidad de estas células a futuro.
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